Es lo que recomendaba todo el mundo a aquel que se atreviera a visitar este castillo que no aparece en ninguna de las Rutas con Encanto publicadas hasta el momento. Desde la visita de un valiente campesino, las cosas han cambiado mucho.
Científicos de la Universidad de Benyahacklef confirman que tener la sangre azul no garantiza la ausencia de depresiones. El dulce cuento de Oscar Wilde, "El Príncipe Feliz", así lo demuestra.
El Príncipe FelizAdaptación del original de Oscar Wilde
La estatua del Príncipe Feliz, sobre una alta columna, dominaba toda la ciudad. Estaba recubierta por láminas de oro, sus ojos eran dos zafiros de azul profundo y en la espada brillaba un enorme rubí. Los habitantes de aquella ciudad estaban orgullosos de vivir en un lugar tan bellamente adornado y todos, niños y grandes, lo tomaban como modelo y ejemplo a seguir.
- Es realmente bonito, como un ángel – decían - Parece tan feliz, nunca llora.
Oscar Wilde
Este poeta, novelista y dramaturgo nacido en Dublín (Irlanda) tendría ahora años. Era un hombre muy elegante, amante de la estética y la belleza. Sus obras de teatro causaron furor en el Londres victoriano.