Hasta los gigantes más temibles tienen corazón, y hasta los corazones más duros se pueden ablandar: Es el caso de El Gigante Egoísta, al que el beso de un niño consiguió conmover. (En la foto puedes ver al gigante en el momento de enternecerse). Un nuevo cuento adaptación del clásico de Oscar Wilde.
Desde que Juan Ramón Jiménez escribiera Platero
y yo, la población de burros ha descendido hasta dejar
a estos animales en peligro de extinción.
Por eso, aunque tu asno no sea como
el de este cuento, CUÍDALO MUCHO!!!
El asno, la mesa y el paloAdaptación del original de La tatara-tatara-abuela
Vivió hace mucho, mucho tiempo en un lejano país a menudo cubierto por la niebla, un joven que, habiéndose hecho mayor, decidió probar fortuna buscando trabajo en otras tierras. Andando por el camino se encontró con una mujer viuda:
- Ahora que mi marido no está, hay demasiado trabajo en la granja para mí sola, además de atender a mis hijos. ¿Querrías ayudarme? Te recompensaré generosamente.
La tatara-tatara-abuela
Existen un montón de cuentos cuyo autor se ha olvidado. Se pasan de generación en generación, oralmente y a través de los libros. Suelen tener muchas versiones diferentes.