Cuentos cortos para niños: Caperucita Roja

Caperucita Roja

No te dejes engañar
Cuidado si notas que tu abuela tiene dientes grandes, caninos afilados o de repente no necesita gafas para leer: Lo mismo es un lobo disfrazado, y no siempre hay un cazador cerca!

Los mejores cuentos cortos para niños: La araña en el ojo de la cerradura

La araña en el ojo de la cerradura

Inmobiliarias para arañas:
Muchas inmobiliarias están sufriendo en estos tiempos graves crisis. Si bien el caso de la araña relatado por Da Vinci no se produjo tanto por culpa de la acción de las empresas que construyen las casas para arañas, como por la mala elección que realizó el artrópodo.

Cuentos de Leonardo Da Vinci: El rey de las grullas

El rey y las grullas

El Ministro de Defensa de Pequenet:
– Los informes emitidos por nuestros agentes corroboran que las grullas son mucho más eficientes que los perros o los propios soldados, y aunque nunca hemos sido atacados, la verdad es que son muy bonitas -, comentó ayer a los periodistas.

Los mejores cuentos cortos para niños de Leonardo Da Vinci: El topo

El topo

¡Cuidado con el sol!
La nueva campaña de prevención sanitaria en PequeNet avisa de los beneficios de tomar el sol, pero también advierte sobre los peligros de sus rayos, especialmente entre la población de topos. Leonardo Da Vinci en su época ya avisaba de lo pernicioso que puede resultar un baño solar para estos roedores.

La ostra y el ratón: Cuentos cortos para niños

La ostra y el ratón

Dicen que los meses que llevan la letra r son los apropiados para comer marisco, pero no sabemos cuáles son los indicados para comer ratones que comen marisco. En cualquier caso nuestras fuentes confirman que el gato que aparece en esta fábula no miró el calendario en ningún momento.

Cuentos de Los Hermanos Grimm: La bola de cristal

La bola de cristal

A pesar del éxito de la campaña “no aceptes caramelos de personas desconocidas”, se hace necesario enviar el mensaje “No aceptes bolas de oro de príncipes desconocidos”, puede ser un regalo muy peligroso, como puedes comprobar en este relato.