
Según la tradición, este juego debe ser jugado en noches
de luna llena, no obstante, algunos habitantes de Pequenet lo han
hecho incluso de día con estupendos resultados. Lo que sí
es muy recomendable es jugarlo fuera de casa, en la calle o el campo.
Hay que dejar bien claro quién es humano y quién es vampiro.
Todos los jugadores serán vampiros menos uno, que será el
humano caza - vampiros.
Ahora hay que fijarse en el entorno donde se celebrará la cacería:
en el suelo podrás ver zonas de luz y zonas de sombras. Los
vampiros se pueden refugiar en estas últimas: las zonas de tinieblas.
El cazador intentará atrapar a los vampiros cuando éstos
atraviesen corriendo (o volando, si son vampiros
auténticos) las zonas iluminadas.
Los vampiros intentarán burlar al humano pasando impunes
de unas zonas oscuras a otras, corriendo por las
zonas iluminadas.
Cuando el humano toca un vampiro, intercambian los papeles: el
antiguo vampiro, ahora humano, no podrá pisar las zonas oscuras
del suelo; Y el humano infectado por el vampiro será ahora
uno de ellos y se podrá refugiar en las
tinieblas huyendo del humano.
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