Va un hombre por el desierto y se encuentra una lampara. La frota y sale un genio que le concede tres deseos, pero con una condicion: que cada vez que pida un deseo corra hacia la piscina, decir lo que quiere y caer en ella. El hombre fue a por el primer deseo. Corrió y dijo: -¡Deseo tener mucho dinero!- y seguidamente se lanzó a la piscina (allí había un monton de billetes). A continuación fue a por el segundo deseo. Corrió y dijo: -¡Deseo tener muchas mujeres guapas!- y salto a la piscina (y cayó encima de un monton de chicas guapas). Y cuando se preparaba para pedir el tercer deseo, antes de poder decirlo se tropezó con una piedra y dijo: -¡Mierda!... y bueno ya sabeis lo que paso, ¿verdad?
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Va un hombre por el desierto y se encuentra una lampara. La frota y sale un genio que le concede tres deseos, pero con una condicion: que cada vez que pida un deseo corra hacia la piscina, decir lo que quiere y caer en ella. El hombre fue a por el primer deseo. Corrió y dijo: -¡Deseo tener mucho dinero!- y seguidamente se lanzó a la piscina (allí había un monton de billetes). A continuación fue a por el segundo deseo. Corrió y dijo: -¡Deseo tener muchas mujeres guapas!- y salto a la piscina (y cayó encima de un monton de chicas guapas). Y cuando se preparaba para pedir el tercer deseo, antes de poder decirlo se tropezó con una piedra y dijo: -¡Mierda!... y bueno ya sabeis lo que paso, ¿verdad?
Martínez, ¿dónde va usted tan raudo
Martínez, ¿dónde va usted tan raudo, circunspecto, y asaz atribulado? – Pues iba a hacer caca, pero ahora voy a por un diccionario. 151
– Doctor, doctor, no paro de pensar
– Doctor, doctor, no paro de pensar en 2+1, 2+1, 2+1, 2+1… – ¿Qué es? – Es tres. 15