Había una vez un ciempiés y un león. El león iba a tener una fiesta y envió al ciempies a comprar las sodas. Pero el ciempies no llegó hasta el dia siguiente y el león le preguntó muy enojado:
- ¿Por qué llegas hasta ahorita si ayer fue la fiesta?
Y el ciempiés le contestó:
- Huy, si sólo llegué a dar brillo a los zapatos.
Había una vez un ciempiés y un león. El león iba a tener una fiesta y envió al ciempies a comprar las sodas. Pero el ciempies no llegó hasta el dia siguiente y el león le preguntó muy enojado:
- ¿Por qué llegas hasta ahorita si ayer fue la fiesta?
Y el ciempiés le contestó:
- Huy, si sólo llegué a dar brillo a los zapatos.
- ¿Por qué llegas hasta ahorita si ayer fue la fiesta?
Y el ciempiés le contestó:
- Huy, si sólo llegué a dar brillo a los zapatos.