Había una vez un perro tan, pero tan flojo, que decía: -¡Guau...! etcétera, etcétera.
Había una vez un perro tan, pero tan flojo, que decía: -¡Guau...! etcétera, etcétera.
Había una vez un perro tan, pero tan flojo, que decía: -¡Guau...! etcétera, etcétera.