Otra de esas canciones para atormentar a los que te rodean: puede ser tan larga como quieras, sólo tienes que ir aumentando en uno el número de elefantes que se balancean, cada vez que repitas la estrofa. Un desafío a la ciencia física que enfrenta el peso de los elefantes con la rsistencia de la tela de araña.
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A la puerta hay un NiñoPor supuesto se trata de un hecho aislado (tanto que, según sabemos, sólo ocurrió una vez). Pero la mujer que abrió la puerta no dió crédito al escuchar la ascendencia de su visitante ni sus predicciones de futuro. Más datos de la navideña historia en este gélido villancico popular.
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 La falta de agua hace que las cosechas se pierdan y mucha gente pase sed. Canta nuestra nueva canción "Que llueva, que llueva", y conjura a la lluvia para que moje los campos, pero acuérdate de ponerte el chubasquero o de abrir el paraguas primero. |

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