La farola de palacio: Canciones infantiles

La farola de palacio

Ante el espectáculo que daban los estudiantes, ataviados sólo con una corbata, la farola no pudo por menos que echarse a reir. El farolero que la enciende todas las noches ha compuesto una canción sobre el tema y ahora la canta el Gato Maullador.

Tengo, tengo, tengo... Canciones para niños

Tengo, tengo, tengo… Canciones para niños

Piénsalo bien, nunca se dice que sea una isla idílica, puede ser que en allí haga mucho frío, a lo mejor no hay agua potable, ni siquiera comida! Esta canción: Tengo, tengo, tengo… nos muestra cómo se puede sobrevivir con tres ovejas.

Jardinera, tu que entraste: Canción tradicional

Jardinera, tu que entraste: Canción tradicional

Ya decía El Principito de Saint-Exupéry que no todas las rosas son iguales. Y el saber popular y las tradiciones coinciden en este caso con él en una bonita canción para jugar a la comba o cantarla mientras riegas el jardín y hacer sentir a cada una de tus amigas o flores que es muy especial.

La viudita del Conde Laurel: Canciones infantiles famosas

La viudita del Conde Laurel: Canciones infantiles famosas

Tras el duelo sufrido por la pérdida de su marido, el Conde Laurel, la mujer de uno de los más influyentes hombres de negocios de PequeNet ha encontrado por fin la felicidad en un jardín. – Pero que no me confundan con la viuda alegre de la opereta, eh? – Advirtió la susodicha a los reporteros de la prensa rosa.

Pajarito que cantas en la mañana: nana para dormir

Pajarito que cantas en la mañana: nana para dormir

Normalmente los remedios tradicionales suelen surtir efecto, por eso te proponemos una bella nana nanita para esas noches en que no parece que el sueño quiera llegar. Si bien por ser un canto tradicional la letra está un poco anticuada, no por ello deja funcionar.

La Tarara. Canciones para niños

La Tarara. Canciones para niños

Resulta muy difícil de saber cuando uno dice una cosa y al momento siguiente dice otra, como ocurre en la canción. Lo que queda claro es que la Tarara era una bellísima persona (además de elegante), siempre dispuesta a compartir su fruta y sus flores, aunque tenga un dedito malo.