La Tortuga Susurri

Se ha prestado, en exclusiva, a contarnos sus memorias.

Hola. Soy una tortuga de color verde. Me llaman "Susurros", "Susurri" para los amigos, porque ¡puedo hablar!. Aunque casi nadie puede oirme porque hablo muy bajito.

El inicio (La huida)

Lo primero que recuerdo de mi vida es una pared de plástico blanca. Nunca me daba el sol, allí abajo, en el agua.

Yo, intentaba escalar ese muro, con todas mis fuerzas, poniéndome de puntillas sobre las patitas... ¡uf!, un poco más... ¡plof! al agua otra vez. Así pasaba casi todo el tiempo...

Mi compañera (otra tortuga más pequeña), estaba siempre como dormida, a merced del agua..., flotando... nunca comía, y nunca abría los ojos... Su caparazón era verde-gris, muy poco brillante, y muy blandito.

- ¡Eh! -le decía yo- despierta y ¡ayúdame a saltar la valla!

Entonces abría la boca y y en vez de bostezar soltaba una burbuja de aire...

Al final yo, ¡me subía encima de ella!. Total, no había ninguna piedra en este sitio, y yo, me iba sintiendo cada vez más débil, y con menos fuerzas para moverme. El frío paralizaba mis patitas, y mi corazón, y mis movimientos eran ya mucho más lentos.

Caí boca arriba, y ¡no podía darme la vuelta!. Aquello era muy angustioso, porque, aunque vivo en el agua, ¡respiro aire como tú! y boca arriba ¡me estaba ahogando! ¡no podía sacar la cabeza fuera del agua!.

La tortuga

En realidad, soy una tortuga acuática, aunque me encanta tomar el sol en seco, y luego, cuando noto los ojos muy resecos, me tiro al agua de cabeza...
Las tortugas como yo adoramos el sol, y el buen tiempo. ¡es lo mejor!.
Pero no todo el mundo conoce nuestros gustos, ni como cuidarnos bien.